domingo, 27 de junio de 2010

MI PARCELITA...DE CIELO


Este fin de semana no he querido ir a Alcublas, tenía otros planes: naturaleza, paz, familia... He estado en L´Olleria, en la Vall dÁlbaida. Allí, cuando los chiquillos se van a dar un paseo al atardecer, me siento en la terraza del chalet y de horizonte tengo la Serra Mariola, con un juego de tonos azules que no puedes imaginar... Y si hay Luna llena, ésta aparece por detrás de la sierra casi por sorpresa, enorme, blanca como una pantalla de un estudio fotográfico...¡Uff, que sensación de grandeza y de pequeñez a un tiempo!


Por la tarde he recogido hipérico y he prepararado aceite de hipérico siguiendo la receta de Miguel (bueno, ahora falta que macere bien), y por la noche hemos cenado al aire libre, con unas "cerves" fresquitas y de remate hemos probado un chupito de vodka de moras que preparé el año pasado según la receta de la Alacena de la Abuela (tranquis, que reservo una botella para este verano en Alcublas...).

Ha sido un fin de semana muy relajado, mucho silencio excepto las risas de los chiquillos (este es un bálsamo milagroso para determinadas heridas; para las otras el aceite de hipérico), y los cantos de los pájaros, aunque me he quedado algo intranquilo porque no he oido cantar por la noche al mochuelo que vive en la garrofera, y sabiendo que hay quien pone veneno, temo que le haya pasado algo.

Lo cierto es que he hecho bien no subiendo a Alcublas, no me apetecía ver las caras de algunas personas que no creen en mi palabra, las caras de algunas personas que te hablan con desdén, de algunas personas para las cuales la palabra "amigo" tiene unos significados que no entiendo, unas personas para las que la palabra libertad es sólo una etiqueta que se pone a la entrada de un blog o un "pin" que se pone en la solapa de una cazadora para presumir de progresista.

Yo no necesito tener mi parcelita de gloria -nunca me ha interesado-, no necesito tener una parcelita en la que pavonearme como un adolescente en celo, no necesito ver mi nombre constantemente escrito para sentirme bien, no necesito inventarme enemigos para sentirme reafirmado, no necesito tener una parcelita de poder, no necesito presumir de "desfacer entuertos" con una mano mientras con la otra meto el dedo en el ojo de las personas que me incomodan...

Desde luego hay muchas cosas que no necesito, y otras que sí que necesito, muchas veces incluso con urgencia:



a mi familia, a mis amigos, seguir siendo honesto con los demás y conmigo mismo, y por supuesto esa parcelita de cielo que imagino poseer cuando miro las montañas en el horizonte, esa parcelita de la que todos somos en cierto modo copropietarios y que no tiene una localización exacta ni en Alcublas ni en L´Olleria, sino que se encuentra donde uno la quiere hallar.