sábado, 30 de abril de 2011

GRACIAS A TOD@S L@S QUE LO HAN HECHO POSIBLE



Porque hacer un trabajo como el que se presenta en este libro no es fácil, y publicarlo tampoco.

La realidad es que un trabajo que a priori parecía sencillo fue adquiriendo mayor complejidad, tanto en sus planteamientos como en las tareas de documentación y en el trabajo de campo, de tal manera que no hubiese sido posible concluirlo de la forma en que lo hemos hecho de no haber contado con la ayuda desinteresada de muchas personas. A pesar de lo difícil que resulta nombrarlas a todas, vamos a intentarlo pidiendo de antemano disculpas por los posibles olvidos que podamos tener:

En primer lugar queremos dar las gracias al Ayuntamiento de Alcublas y muy especialmente a su alcalde Manuel Civera, quien desde el primer momento puso toda su confianza en nosotros y nos dio todo tipo de facilidades para realizar el estudio; sin él tenemos muy claro que no se habría hecho. Igualmente queremos agradecer a la Diputación de Valencia su buena predisposición para hacer suyas las necesidades culturales de todos los valencianos.

En segundo lugar queremos dar las gracias a la Asociación Cultural Las Alcublas, que nos ha prestado sus fichas sobre caleras y ventisqueros, y sin cuyo apoyo hubiese sido imposible realizar un trabajo de campo tan amplio para los apartados sobre la arquitectura del agua y la arquitectura rural. Gracias a Miguel Giménez, Abel Chiva, Serafín Martínez, Charo y Margarita Alcaide, J. Rafael Casaña, y gracias a Begoña Llorens, Joan Blanco y Alicia Garrigó por sus aportaciones. Especialmente valiosa ha sido la ayuda de Jorge Martínez Alcaide en el trabajo de campo del apartado sobre arquitectura del agua.

También reconocer la valiosa ayuda de los amigos y familiares que nos han prestado sus recuerdos y las fotografías antiguas de sus archivos particulares que hemos usado en el apartado sobre el agua: gracias a Joaquín Cabanes Lázaro, Manuel Santolaria Civera, Encarna Verdés Domingo, Rosario Verdés Domingo, Carmen García Lázaro, Asunción Lázaro Gabarda, Juan Manuel Domingo Mañes, Teresa Mañes Herrero, Manuel Navarrete Silvestre, José Vte. Ponz, Eliseo Martínez y Cristina Escrivá.

En el apartado dedicado al Paraje Natural Municipal de La Solana- Barranco Lucía, queremos dar las gracias expresamente a Vicente Sancho Alcayde, Coordinador del Proyecto Life Anfibios, por su amable aportación del material fotográfico de los anfibios que habitan el Paraje; a Eva Barreno Rodríguez, Catedrática de Botánica de la Universitat de València, por su ayuda en la identificación de las especies de líquenes del Paraje; a mis amigos alcublanos, Miguel Romero Gálvez y José Cerverón Alcaide, por compartir conmigo sus recuerdos sobre el Paraje, y muy especialmente a mi padre, Raimundo Santolaria, por ayudarme a descubrir por primera vez los rincones del Paraje a través de sus sendas.

Este libro lo firmamos tres autores, pero en él está plasmado el trabajo y el cariño de muchas más personas: a todas ellas nuestro más sincero agradecimiento.

                                                                                                                        Gracias.