sábado, 3 de marzo de 2012

¡¡¡HAN LLEGADO LAS MATRIUSKAS FALLERAS!!!

LAS MATRIUSKAS FALLERAS


Cuando ví la nueva promoción que el periódico LEVANTE-EMV presentó hace unos días, se me quedó la boca más abierta y redonda que el agujero que está haciendo en mi economía la dichosa crisis con sus recortes.

De pequeño, cuando todavía no se habían inventado los Todo a Cien ni nos habían invadido los productos chinos, lo oriental era sumamente exótico y raro, más raro todavía que ver una pelota de goma en el patio del colegio, donde las reinas eran las pelotas de papel envueltas en infinidad de capas de bolsa de plástico: hoy lo llamaríamos reciclaje, pero entonces era una simple cuestión de "pelotas", je,je, pura supervivencia infantil.  

Por aquellos años abrieron un comercio en la calle Cordellats, junto a la Lonja, al que llamaron "Arte Asia". Se trataba de una tienda que importaba productos asiáticos en sentido amplio, desde pequeños objetos de marfil, bisutería y joyas en plata, hasta objetos de regalo y decoración de lo más variado. Su dueño era un indio -¡mecachis!¡Tengo el nombre en la punta de la lengua!-, de exquisita educación y modales, y en la tienda una dependienta de raíces alcublanas (¡cómo no, en este barrio del centro de la ciudad en aquellos años calle sí, calle no había un comercio con alguien de Alcublas!). 

Cuando anochecía a los chiquillos nos encantaba hacer la ronda de escaparates por las tiendas del barrio: el del Horno del Collado -¡Uhmm, mi reino por uno de aquellos "susús" rellenos de crema!-, el de la Papelería Mariana -¡las cajas de 24 lápices de colores Alpino!-, el de la juguetería de los Escalones de la Lonja -aquí la revisión se alargaba un buen rato, dado el potencial onírico de los productos...-, y por último Arte Asia, con aquellos objetos nunca vistos provenientes de aquel concepto abstracto usado para definir lo exótico y lejano: "Asia".

Creo que fue allí donde ví por primera vez unas matriuskas.    

Ordenadas una junto a otra, en una fila decreciente como los Hermanos Dalton del cómic "Lucky Luke", tardé un tiempo en entender, dentro de mente infantil, que cada una de aquellas muñecas salía mágicamente del interior de la inmediatamente mayor, hasta llegar a la más pequeña, con la que concluía aquel prodigio "asiático".

Hace unos años, cuando se pusieron de moda los "Chinos", volví a encontrarme con estas graciosas muñecas e incluso llegué a comprarme unas para decorarlas a mi manera, aunque al final el intento quedó sólo en eso, en un intento frustrado por la pereza para hacer trabajos manuales.

Hoy en día las malas noticias económicas nacen unas de dentro de la anterior, como una matriuska de pesadilla, los escándalos sobre robo de dinero público se suceden y se ponen uno junto al otro, como unos -esta vez sí-, terribles hermanos Dalton, pero me consuelo pensando que al final, como con las muñecas matriuskas, llegará una noticia o un escándalo de cuyo interior no nacerá otro más y que así podremos recuperar el sosiego.

Ahora, al ver esta oferta del periódico Levante, se me ha puesto en la cara una sonrisa de oreja a oreja, porque, las cosas como son, una matriuska con traje y vestido de fallera es más "friki" que las canciones de Leonardo Dantés... y si encima te vienen a la mente, casi como por arte de encantamiento, las caras de Rita, Camps, Cotino, Urdangarín, Soraya, Mariano y Rubalcaba, pues eso, ya me diréis...  :-)

Ánimo a tod@s, y si podéis, antes de salir de casa por la mañana, ponedle cara a vuestas particulares "matriuskas" y sonreid, que es de las pocas cosas que quedan, además de la dignidad, por las que todavía no nos cobran dinero.